Serenata- Improvisación nº 1, para 3 instrumentos de cuerda frotada (1ª versión)
Incursión en el terreno de la improvisación escrita para 3 instrumentistas de cualquier cosa que no sean instrumentos de cuerda frotada. Pensada exclusivamente para mis amigos y compañeros Mariángeles y Antonio, de los cuales ninguno somos instrumentistas de cuerda, por suerte. A ellos dos se la dedico con gran afecto. No es la obra de mi vida, pero puede servir para echar el rato, y quizás el resultado sonoro, si se graba, sea interesante.
Instrucciones de uso:
1º- Tomarse un cafelito antes de empezar. Si bien, es preferible hacer una quedada para almorzar antes de tomarse el cafelito, todo esto con el fin de crear una predisposición favorable, que de otra forma no se tendría (seguro)
2º- Cada sección se llevará a cabo pausadamente, sin prisas de ningún tipo. Abandonemos la fútil pretensión de querer sobresalir del grupo, buscar contribuir a la sonoridad general más que demostrar la imaginación o soltura propia. A nadie le interesa, dejémonos el Ego en casa. Por tanto, síganse las vagas indicaciones que se dan, y los cambios introdúzcanse individualmente cuando se sienta agotado lo que se estaba haciendo. Nunca porque si y siempre con discreción. En el caso de hacerse así, es decir haciendo las cosas sin prestar atención o queriendo sobresalir… mejor volver a tomarse otro café y dejar de hacer el gamba. Esto hay que creérselo, si no, es para nada. Si uno se escucha y escucha a los demás, verá que las posibilidades no se agotan tan rápido como se cree.
3º- Al irse introduciendo los cambios individualmente, las distintas secciones se iran solapando, por lo tanto no debe haber cortes bruscos entre ellas. Hay libertad para empezar una sección distinta cuando se crea necesario. Buscar empatizar con los demás, contagiarse de lo que hagan. No buscar la originalidad, no nos vamos a inventar nada. Buscar la lógica, que es todavía más difícil, meritorio y útil para este tipo de cosas. Imitarse si apetece. Contradecirse si no apetece imitarse. Dialogar si viene a cuento. Imitarse o contradecirse, también pueden ser formas de diálogo. En cualquier caso, en principio no es recomendable aislarse y no escuchar a los demás. Evítense giros tonales. Evítense giros atonales.
4º- Finalizar cuando todos sientan que se ha acabado. Y una vez se sienta que se ha acabado… no seguir, que yo no me responsabilizo luego de la pérdida de tiempo que supone eso. Es posible finalizar en una sección distinta de la última, si se siente que ha de hacerse así, en el caso de que parezca que hay una gran profusión de elementos distintos.
5º- Irse a tomarse un refresquito y cenar por ahí (o viceversa)
¿Y por qué ese énfasis en no ser instrumentistas de cuerda? pues porque al no estar condicionados por un conocimiento de la técnica, entiendo que hasta cierto punto eso nos daba pie a una aproximación distinta al instrumento, más como objeto sonoro que como un instrumento con el que estás familiarizado y acostumbrado a expresarte, de manera que simplemente irás explorando y encontrando cosas, y no partiendo de una idea preconcebida harás lo que sabes que tienes que hacer para qué suceda algo. No obstante esa idea preconcebida está... porque por muy ajeno a las cuerdas que se sea, todo el mundo sabe qué es un pizzicato y un glissando, otra cosa es conocer la técnica adecuada para hacerlos.
Por último, para finalizar esta serie de entradas relativas a la improvisación, tengo intención de colgar por aquí algunas improvisaciones que me han parecido interesantes y no he puesto en las entradas anteriores aunque hubieran venido perfectamente a cuento (tranquilos, no son mías...), además de alguna que otra sugerencia de vídeos que me han hecho, en parte para "limpiar" el nombre de Ornette Coleman, al que puse a parir con mucho cariño hace un par de entradas.
Me ha sorprendido gratamente nuestra improvisación, tiene mucha rever ¿verdad? Me encanta. Y no me molestan nada las quintas al aire, al contrario creo que le dan a la obra un encanto modal primitivo, si acaso afinar alguna de las cuerdas en otra nota y dejar las demás tal cual o desviar muy ligeramente la afinación de las quintas.
ResponderEliminarUn poquiiiito... no, realmente tiene un viaje de reverb. A ver si repetimos el experimento, pero en trío o cuarteto. Y desafinando las cuerdas al aire, que a mí me siguen molestando las quintas justas (si quieres dejas afinado el tuyo por quintas para que siga teniendo encanto modal primitivo... pero yo no, yo le pienso quitar todo el encanto) Me alegro de que te haya sorprendido gratamente, para haberla hecho a lo loco no está mal del todo.
ResponderEliminar