jueves, 28 de abril de 2011

In C

Puedo decir, sin duda alguna, que una de las experiencias musicales más divertidas que he vivido nunca ha sido tocar esta obra de Terry Riley. Fue en noviembre (creo) del año pasado en un curso al que fui, impartido por miembros del grupo de música contemporánea Taller Sonoro. Antes de seguir, creo que será útil poneros un enlace para que escuchéis cómo suena, no sin recomendaros que escuchéis más versiones.


Había una versión que me gustaba bastante pero han quitado el vídeo, así que he puesto esta otra. Respecto a cual es mi criterio para decir que una versión de esta obra es peor que otra, lo comprenderéis si leéis las instrucciones que vienen en la partitura. Para conseguirla lo único que tenéis que hacer es descargarla desde, por ejemplo, este mismo enlace en Youtube. De hecho os recomiendo que la descarguéis porque para empezar entenderéis mejor de lo que voy a hablar.

Lo primero que veréis será que la partitura es un conjunto de 53 motivos o melodías numeradas, que llamaré patrones (son patterns in English). Los siguientes folios son una serie de instrucciones, que a riesgo de ser pesado, vuelvo a deciros que deberíais leer, aunque yo os las resumiré brevemente aquí. Dicho toscamente, la obra es una improvisación guiada, con libertad en cuanto a la duración, la instrumentación y el número de intérpretes. ¿Estaréis escuchando la grabación, verdad? si es así, notaréis que hay un pulso constante, marcado por el piano. Dicho pulso se mantendrá durante toda la obra, y hay que seguirlo cuidadosamente. ¿Y esto cómo se toca? Así:
Cada músico empieza, cuando quiere, tocando el patrón nº 1 siempre dentro del pulso marcado. He resaltado "cuando quiere" porque esta obra no requiere director, aunque en youtube haya versiones dirigidas. Cada cual, irá a su aire recorriendo los distintos patrones que forman la obra, siempre teniendo en cuenta, que tendrá que permanecer en cada patrón el tiempo suficiente para dar lugar a que los distintos patrones que forman la obra puedan interactuar entre sí, y observando que no debe haber una diferencia de más de 3 (¿o eran 5?) patrones entre el músico más avanzado y el más atrasado. Por ejemplo, si yo estoy en el patrón nº 5 y hay alguien aún en el nº 1, tengo que esperar a que el que siga con el nº 1 pase al nº 2, para yo poder continuar con el nº 6. O bien, esa persona debería adelantarse al 2º patrón, porque se ha quedado atrás. Espero que se me entienda bien, en cualquier caso, si leéis las instrucciones lo comprenderéis estupendamente.

¿Cómo se trabaja esta obra? Está todo especificado en las instrucciones, no obstante diré algunas cosas y añadiré algunas que no están ahí. En primer lugar se deben ensayar todos los patrones a unísono, para asegurarse de que todo el mundo los mide correctamente y una vez hecho esto se puede ensayar la pieza entera o si se es muy valiente llevarla al concierto tal cual. Respecto a esto he de añadir que las octavas en que se toca cada patrón están dejadas a la discreción del intérprete, las puede hacer donde considere que sea más interesante en el momento o esté más cómodo. En mi caso, yo toqué algunos patrones en la 8ª inferior de como están escritos y otros los subí a la 8ª superior, y creo recordar que uno de ellos lo subí 2 octavas. Yo creo que es interesante que haya momentos en los que la textura se concentre dentro de un rango de frecuencias estrecho y otras veces en que por el contrario el rango de frecuencias se amplíe mucho ocupando varias octavas, pero claro, esto último es factible sobre todo en grupos grandes. Si en algún momento, durante la interpretación uno se pierde y nota que no va con el pulso, debe pararse y volver a engancharse en otro momento. Por último, aunque Riley dice que el ensemble debe hacer crescendos y diminuendos en masa, y parece dejarlo a la inspiración colectiva del momento, he de decir que podría ser recomendable establecer algunas pautas interpretativas para cada patrón (así lo hicimos nosotros, y la verdad es que ayuda a darle un sentido a la música). Dichas pautas se refieren únicamente al matiz y la articulación (ya que tanto las alturas como las duraciones están prescritas) Añado también que el propio Riley sugiere realizar libremente aumentaciones y disminuciones rítmicas y también la forma de acabar la pieza, donde si especifica crescendos y diminuendos sobre el patrón nº 53.

El resultado sonoro de la obra está muy condicionado por la instrumentación y el número de interpretes, y yo diría que estos factores también definen la duración de la misma. Aquí es muy importante ese aspecto de lo colectivo por encima de lo individual, en ese sentido podríamos decir que esta obra es muy educativa, porque lo que tú estés tocando no importa, lo que importa es el resultado del conjunto, y cada cual debe estar pendiente de lo que hace el grupo y seguirlo, a pesar de toda la libertad dada por el autor.
En mi caso, cuando la toqué éramos unos 15 músicos (el pulso lo marcaba una claqueta electrónica, si no se requieren variaciones en el mismo... ¿qué necesidad hay de tirarse 3 cuartos de hora aporreando un do agudo de piano? aunque eso es discutible, lo sé) La duración fue de unos 35 minutos. Si hubiéramos sido 5 músicos, por ejemplo, seguramente hubiera durado mucho menos, porque las texturas que se producirían serían mucho menos interesantes y de forma natural tenderíamos a permanecer menos tiempo en cada patrón. Debe ser por eso que el grupo que Riley recomienda es de 35 o más músicos, aunque diga que puede funcionar con menos. Por otra parte, también cambiará la percepción del que lo escucha: con más de 35 músicos lo que se oye es una masa sonora que va lentamente transformándose y de la cual sobresalen ocasionalmente unos motivos que se diluyen y se transforman en otros distintos. Evidentemente es recomendable evitar los unísonos, y sobre todo cuanto más pequeño sea el grupo. Con 5 músicos, por ejemplo, la sensación de masa sonora que se transforma poco a poco creo que debe ser bastante difícil de conseguir, y más teniendo en cuenta que los instrumentistas de viento deberíamos parar a respirar de vez en cuando. 

Eso es todo, a mí me gustaría volver a tocar esta obra ¿Quién se apunta?

Nota: Ya maté el gusanillo, en esta ocasión con el clarinete bajo (como cansa ese chisme). Como dato anecdótico, en esta segunda ocasión lo hicimos sin claqueta, sino como debe ser, con un xilófono martilleando incansablemente la nota Do, desde el principio hasta el final. Me apunto a otra, todavía no me he hartado.

2 comentarios:

  1. Juan María,

    el grupo de Carlos Cansino con aumentos (entre los cuales me incluyo con el saxo bajo, formaremos una especie de megabandaorquesta) va a tocar esta pieza en el Cimucc del conservatorio Fco Guerrero.

    Los ensayos son los viernes de la semana después de feria y la siguiente. Y el concierto creo que es el día 9, pero eso no lo sé con seguridad.

    Habla con Carlos, no creo que le importe que te apuntes. Si necesitas su teléfono o que hable por ti, avísame.

    Un saludo.

    PD. Por cierto, ayer Alfonso (saxo y compositor) nos explicó esta obra: por lo visto fue la primera obra minimalista y el compositor pretendía conseguir un número infinito de variaciones con un material mínimo. Las repeticiones las deben realizar los intérpretes siguiendo su ritmo interno o tempo espontáneo, por lo que la probabilidad de coincidencia es mínima y la masa de sonido está en constante variación creándose infinidad de climas distintos. De esta forma, no entiendo la utilidad de la claqueta y las directrices, aunque bien es cierto que llevando a cabo ese trabajo se consiguen efectos más precisos e intencionados como los que comentas de tu interpretación con Taller Sonoro.

    Otro saludo.

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  2. ¿Hora de los ensayos? dímelo por correo electrónico, me interesa eso, si me viene bien la hora y no le importa, me apunto.

    Por lo demás lo de la claqueta es únicamente para sustituir el piano que debe marcar el pulso, es casi algo característico de esta pieza, el chinchinchinchin del piano durante todo el rato, llega un momento en que dejas de escucharlo. Normalmente a nadie le apetece tirarse cerca de una hora aporreando la misma nota, pero claro, la claqueta es más "artificial", aunque más cómoda y precisa. Resumiendo, es la que hace el trabajo sucio, e incluso con ella hay momentos en los que es difícil mantener el tiempo.

    Las directrices no son necesarias, las cosas como son, pero si son posibles, al menos porque Riley no las prohibe expresamente.

    Gracias por tu atención y tenme informado del tema ese del Cimucc, por favor.

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