miércoles, 16 de septiembre de 2015

Monográfico de G. Ligeti nº 7: Volumina.

Continuamos en el año 1962 con Volumina, para órgano, obra encargada por la Radio de Bremen.
Si en la entrada anterior teníamos 100 metrónomos sobre un escenario haciendo tic-tac, aquí tendremos a un organista que daría lugar al clásico comentario de "mi gato también sabe hacer eso" o al odioso y estúpido "tanto estudiar música para eso".
Guardaos de hacer eso aquí. Olvidemos las excusas y abramos bien las orejas, a estas alturas no tiene sentido alguno tener el gusto musical anclado en el siglo XIX.

En este caso voy a poner un varias grabaciones de la obra, como suelo hacer siempre que la interpretación de una obra depende mucho de las condiciones particulares de cada intérprete e instrumento. La primera serán fragmentos en los que vamos a ver al organista en acción:



Y ahora 3 grabaciones de la obra completa:




En esta última también podemos ver al organista en acción:


Sois libres de escuchar más versiones, todas las que queráis, pero yo creo que con estas basta. Habréis podido observar en los vídeos en los que se ve a los intérpretes que estos tienen que tocar no solo con los dedos, sino con las palmas de las manos y los antebrazos, de hecho al comienzo del primer vídeo que he puesto, el organista incluso pone una toalla enrollada sobre el teclado para que no se escape ninguna nota del cluster inicial (ese detalle me ha encantado)

Por cierto, y respecto a eso, en el 4º vídeo comienza el cluster directamente en fortísimo, a diferencia del primer vídeo. Es una de las posibilidades para el inicio. La otra consiste en que hay que encender el órgano una vez se han pisado todas las teclas, de manera que al ir entrando aire en los tubos paulatinamente se produce un gran crescendo y fluctuaciones de altura que culminan en el cluster fortisimo (a mí esta forma de empezar me gusta bastante más)

Si os habéis fijado bien en la partitura que se ve en el segundo vídeo, observaréis que consiste en líneas curvas y rectas de diverso grosor (según la amplitud del cluster) y otro tipo de dibujos que representan de forma intuitiva el movimiento de las manos, la calidad del sonido que se busca (continuo, discontinuo) o el ámbito del mismo:
Ilustración sacada de las instrucciones que vienen al principio de la partitura. 
Las duraciones están especificadas en la partitura de manera proporcional teniendo en cuenta que cada página deber durar unos 45 segundos.
La obra entera está compuesta a base de clusters y según nos dice el mismo Ligeti está organizada como un "gran arco". Estos clusters pueden ser cromáticos, diatónicos o pentatónicos, como se puede ver en el dibujo de arriba. Pero Ligeti cuenta también con que en algunos órganos los registros pueden sacarse poco a poco o dejarse entresacados, lo cual hace que fluctúe la afinación y se produzcan microtonos (en esta grabación se escucha claramente a partir del 3'20": https://youtu.be/esDkIW6oEBg. El efecto es chulísimo) De esta manera Ligeti consigue extraer del órgano una sonoridad totalmente nueva y distinta de la habitual. La obra podrá gustar más o menos, pero estos son detalles de genialidad.

Personalmente, Volumina me recuerda mucho más a Atmosphères que a cualquier otra obra para teclado del autor (lo que comentaba en la entrada anterior sobre la neutralización del intervalo es perfectamente aplicable en Volumina también, echad un vistazo aquí: http://apiaceresevilla.blogspot.com.es/2015/08/monografico-de-gyorgy-ligeti-n-5.html).

Aquí lo voy a dejar por ahora. En la próxima entrada continuaremos a partir de 1963.

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