jueves, 19 de septiembre de 2013

Fragmento de "El templo vacío"

Como algunos podréis saber el título proviene del poema homónimo de Leopoldo Panero. En un principio mi intención era ponerle música al poema entero, que es bastante largo. Podéis leerlo aquí:
http://poesiaabierta.blogspot.com.es/2010/03/un-poema-de-leopoldo-panero-el-templo.html

¿Pero por qué este poema?

Pocas piezas tan breves tienen una historia tan larga, o al menos, poca gente nos molestamos en soltar un rollo tan largo en referencia a algo tan corto.
Llevamos bastante tiempo intentando formar un coro.Una de las primeras obras que estuvimos tratando de montar se llamaba "No sé de dónde brota", y su autor es mi compañero de conservatorio y amigo Antonio Carretero, al cual conoceréis de aquí si me seguís con cierta regularidad. Evidentemente también es una musicalización de parte de dicho poema (adaptado como himno de la liturgia de las horas o algo así, según me ha dicho él).
Mi intención era escribir una pieza, influenciada en ciertas cosas por las "músicas silvestres", para tocarla entre él, nuestra directora Tomoko al piano y yo al clarinete.
La empecé a escribir mientras desayunaba en un bar cerca de Plaza de Armas esperando el autobús que me habría de llevar a Madrid a visitar a una amiga. ¿A cuento de qué viene contar este rollo? para empezar porque me gusta rememorar la tostada que me jamé, y para finalizar porque de ahí, sin ningún tipo de referencia auditiva externa, deduzco yo que surgió la sonoridad tan sencilla y despojada del inicio. Muy simple, pero exactamente lo que yo quería y me parecía más apropiado para la idea que me sugiere el poema.

Tardé relativamente poco en escribir música para el primer verso y la mitad del segundo:

No sé de dónde brota la tristeza que tengo. 
Mi dolor se arrodilla...

Poco a poco continué, pero con el tiempo me di cuenta de que nada de lo que hacía me convencía y que sólo esos dos versos bastaban (hay un montón de comienzos distintos, con la misma instrumentación o algunos instrumentos más). Y así se ha quedado, tal como lo escribí esa mañana en el bar. Pocas cosas más simples que ésto he hecho, pero no obstante... para mí tiene su cosita. La grabación es casera y mejorable en ciertos aspectos (sobre todo la primera nota del clarinete, bastante alta de afinación... Además de que el cantante es su propio pianista)
Para el vídeo se me ocurrió sacar algunas fotos de la partitura (sin pasar a limpio, por lo que veréis anotaciones a los márgenes) y ponerlas conforme va transcurriendo la música. Veréis que no hay indicación de compás aunque he escrito redondas tanto en clarinete como en piano. Esto es porque realmente las duraciones no me importaban demasiado, y curiosamente siempre que tocamos la pieza suele durar un minuto o poco más.
Ahí va, sed misericordiosos con los pequeños errores que hay:



En el proceso de darme cuenta de que con este trozo bastaba pensé que quizás me había confundido al tomar un poema tan largo. Así que me dediqué a buscar poemas breves, y de ahí a buscar haikus. Pero eso ya es otra historia de la que daré cuenta más adelante.

2 comentarios:

  1. muchas gracias, me encanta. Sí vale , de acuerdo, puede mejorarse la interpretación, ya se hará

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    1. Gracias a ti por echarme una mano con la grabación. Para volver a grabarla esperaremos a ser tres, para que no tengas que andar con la cabeza dividida entre cantar y tocar el piano.

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