sábado, 19 de julio de 2014

Música microtonal

Definición rápida y de andar por casa de música microtonal: aquella que emplea intervalos menores que el semitono (suponemos que el semitono temperado). Es una definición bastante inclusiva pues se puede incluir en ella desde música tradicional de otras culturas hasta música contemporánea de diversos estilos. En fin, no profundizaremos mucho en eso, porque tendríamos que hablar de los diversos sistemas de afinación desde la antigüedad, y la verdad... eso da para varias tesis doctorales, no para una entrada de este humilde blog. En su lugar vamos a escuchar algo de música de algunos compositores más o menos conocidos, y veremos algunas aproximaciones distintas a este concepto.
Pero antes de empezar me gustaría dejar muy claro que el temperamento igual empleado actualmente, es una posibilidad más como otra cualquiera, y que en absoluto es mejor o "más natural", sino que ha posibilitado y al mismo tiempo ha sido posibilitado por el desarrollo armónico de la música occidental. De hecho, no acabó de implantarse hasta el siglo XIX, hasta ayer como quien dice. Esto viene a ser un aviso para aquellos que tienen oído absoluto o de eso fardan en comentarios a vídeos en youtube, según los cuales, escuchar este tipo de música les vuelve locos. No es por nada, pero eso tiene un tufo a prejuicio bastante descarado.

Voy a comenzar con las Three Quarter-Tone pieces para 2 pianos de Charles Ives (1874- 1954). Evidentemente, ambos pianos deben estar afinados a distancia de un 1/4 de tono entre sí, para lo cual lo que se hace es bajar la afinación de uno de ellos un 1/4 de tono y el otro se deja tal cual, en lugar de subir la afinación de uno de ellos (algo no demasiado recomendable para mantener el instrumento en buen estado). En el primer vídeo nos explica que las piezas 1 y 3 estaban pensadas para un instrumento especial con 2 teclados afinados a distancia de 1/4 de tono, es decir, para que las tocara un solo pianista.


El canal del que he sacado estos vídeos es altamente recomendable, hay gran cantidad de música interesante.
Vamos ahora con uno de los 24 preludios de Ivan Wyschnegradsky (1893- 1979), concretamente el nº 3:


Sinceramente, me suena a Si menor tocado con un piano desafinado. Ésta es mi opinión en referencia a esta pieza en concreto, en ningún modo quiero condicionar el juicio de nadie, ni mucho menos que alguien llegue a la conclusión facilona de que toda la música que emplea intervalos menores que el semitono suena desafinada... ¿desafinada con respecto a qué canon sacrosanto de "afinación natural"? El mismo temperamento igual es un atentado contra la propia naturaleza del sonido, ya que no respeta la afinación natural de ningún armónico, exceptuando la 8ª: Todos están desviados. Eso si, ha sido y es "un atentado contra la propia naturaleza del sonido" bastante útil.
Esta pieza si debe estar tocada con uno de esos pianos con varios teclados a distancia de 1/4 de tono, tales como éste:


En referencia a este tema me gustaría recomendar esta entrada de otro blog, que me ha resultado interesante: http://www.entre88teclas.es/fdp/el-piano-de-cuartos-de-tono/

Vamos ahora con algo de Alois Haba (1893- 1973). Pensaba poner algún cuarteto de cuerda, y buscando he dado con éste vídeo:



El vídeo me ha enlazado al siguiente blog, en el cual hay cosas interesantes en referencia a este tema y a otros: http://elescuchacontemporaneo.blogspot.com.ar/2010/09/tercera-escucha-haba-cuarteto-de.html
Curiosamente, la sensación de "desafinación" de los cuartos de tono se ve algo mitigada en los sextos de tono. Supongo que se deberá que la menor división del semitono hará que algunos intervalos suenen incluso más "afinados" con respecto a la serie de armónicos. Pero no me hagáis mucho caso, es una suposición mía.
Alois Haba tiene también una Suite para clarinete y piano, ambos en cuartos de tono, y vamos a escucharla (si queréis): http://youtu.be/nNbdjwoF0To. Y he aquí una foto de un clarinete en cuartos de tono:


(obviamente es el mismo instrumento desde varios ángulos. Foto procedente de wikipedia)
Otro compositor conocido por el uso de microtonos es Julián Carrillo (1875- 1965), del cual escucharemos, estos Balbuceos para piano metamorfoseado (en dieciseisavos de tono) y orquesta:




En este caso limita el uso de los microtonos al piano. La orquesta se mantiene (si el oído no me falla obnubilado por lo grandes que se están poniendo los semitonos paulatinamente) dentro de la escala cromática temperada, con bastante énfasis en armonías basadas en la escala de tonos enteros.
Un compositor que por lo que veo no se suele tener en cuenta en cuanto al uso de los microtonos es un viejo conocido de este blog, Maurice Ohana (1913 (1914)- 1992). Escucharemos un fragmento de Tombeau de Claude Debussy, en la cual emplea una cítara en tercios de tono: https://youtu.be/KM91d1fm6qE

Algo de información sobre esta obra, proveniente de la página del Ircam (en francés, por supuesto): http://brahms.ircam.fr/works/work/10976/

Actualmente, yo diría que el microtonalismo no ha quedado como una tendencia como tal, supongo que por la dificultad para construir instrumentos que puedan producir estos sonidos entre otras razones (no hay más que mirar las fotos de instrumentos que he puesto arriba para comprender eso). No obstante, el empleo de la microtonalidad se ha mantenido, siendo algo básico en algunos estilos musicales. En alguna entrada anterior sobre espectralismo mencioné que los microtonos se empleaban como aproximaciones a alturas no temperadas de espectros armónicos (o inarmónicos), y es que en cierto modo el sistema temperado es un "estorbo" para realizar ciertas cosas. Escuchemos por ejemplo Vortex Temporum, de Gérard Grisey, obra en la cual pide que se baje un 1/4 de tono a 4 notas del piano (de manera que se integra mejor con los otros instrumentos que deben tocar estos intervalos), y al comienzo el clarinete debe estar afinado un 1/4 de tono más bajo:


Me he dejado fuera a Ligeti... pero creo que la entrada ha quedado ya lo suficientemente larga.

sábado, 12 de julio de 2014

Giovanni Pierluigi da Palestrina

Pongo fin a las entradas sobre música renacentista con Giovanni Pierluigi da Palestrina (1525- 1594) (por ahora, porque me dejo fuera a Francisco Guerrero, Cristobal de Morales... y otros que eran dignos también de aparecer por aquí)
(Esa moda iniciada por Dufay de retratarse con la toalla en la cabeza pervivió hasta Josquin. Todos los retratos de Palestrina que he encontrado lo presentan con la cabeza descubierta. Una auténtica pena)
Vamos justamente con la Missa Papae Marcelli, partitura con la que aparece en la ilustración:


Cito a Knud Jeppesen: "El imponente proceso de síntesis y clarificación, que constituye la auténtica grandeza de la obra de su vida, fue posible gracias a que mirara más hacia el pasado que hacia el futuro; pertenece a la rarísima élite de los genios conservadores, por no decir reaccionarios"
Respecto a la misa del Papa Marcelo, ésta surgió como una muestra de las ideas purificadoras de la música religiosa propias de la Contrarreforma. La relación de la Iglesia con la música a lo largo de la historia ha sido una especie de "quiero y no puedo" que daría para llenar libros y más libros. Grosso modo, la causa ha sido eso de que "todo lo que me gusta o es pecado o engorda". Y en el caso de la música no es que engordara, sino que era una fuente de "placer auditivo", y si nos vamos a la Edad Media, todo lo que oliera a placer era pecado. Citaré a San Agustín (Las Confesiones), que se va a explicar mejor que yo:
Cuando comprendo que me ha emocionado más el canto que las palabras que se cantaban, confieso que he cometido un pecado que habré de expiar, prefiriendo entonces no haber oído cantar nada.
En fin, el enfrentamiento entre la música como medio de solemnizar y darle esplendor a la liturgia y los poderes sensuales de la misma, que fácilmente se iban de las manos... "Nunca la música por sí misma, sino como medio de alabar a Dios".
Según nos cuenta Johannes Forner en Contrapunto creativo, un libro que he citado ya en varias ocasiones, Palestrina fue redescubierto en el siglo XIX por el Movimiento Ceciliano, que puso su música como modelo de lo que debería ser la música religiosa, por su austeridad y belleza. Puestos a curiosear, he buscado qué es eso del Movimiento Ceciliano y he visto que es algo similar en su origen a la Schola Cantorum francesa. En definitiva, ambos eran movimientos que buscaban regenerar la música religiosa de la época, en algunos casos demasiado influida por la música teatral y en otros en manos de gente con más devoción que gusto o técnica... pero bueno, no es ese el asunto que nos ocupa, volvamos con Palestrina. Me encanta irme por las ramas, y ya que aquí soy libre para hacerlo aprovecho.
En la Missa Papae Marcelli podemos ver ejemplificadas algunas de las características de su estilo, tales como el predominio de los grados conjuntos en la melodía, la compensación de los saltos, la evitación de intervalos difíciles de entonar, aumentados o disminuidos, y sobre todo la preparación y resolución de las disonancias, que exceptuando el caso de los retardos, siempre están en parte débil.
Pero no toda la música que compuso Palestrina era religiosa (de esto me enteré hace poco). Tiene también madrigales, que me atrevería a decir que son la música más desconocida de su producción, y eso es lo que escucharemos ahora:


Es el Primer libro de madrigales a cinco voces, con textos de Petrarca (http://es.wikipedia.org/wiki/Petrarca). Son madrigales espirituales, así que tampoco nos vamos muy lejos del contexto religioso de la música anterior (en este caso no litúrgico). La verdad es que para escuchar este tipo de cosas, recomiendo conocer los textos, ya que si no entendemos qué cantan, nos estamos perdiendo prácticamente la mitad de lo que hay. No hay tostón más grande que un concierto de madrigales en el cual no se entiende qué es lo que dicen... y si son recitativos, ya es prácticamente infumable (hablo por experiencia). Esto es un llamamiento a todos aquellos que se dedican a hacer conciertos de este estilo de música y no se preocupan de escribir los poemas y su traducción en los programas de mano. Nos harían un gran favor a los oyentes y a sí mismos. En estos casos eso es mucho más interesante eso que perder espacio y tinta de impresora en valoraciones estéticas y culturilla general sobre qué buen compositor era Fulano.
Y no es cuestión de gustos o un capricho mío, especialmente en la música del primer barroco (Monteverdi, por ejemplo) "la letra era maestra de la música", la estructura musical venía dada por la del poema y los afectos que éste expresaba, por tanto hay que entender la lengua en que se canta. No se entienda que, en contra de los libros, estoy considerando barroco a Palestrina, sólo me gustaría enfatizar que para una escucha inteligente, aprovechada y no meramente sensual (es decir, de oír armonías consonantes de fondo mientras se hace algo más interesante, como planchar o cotillear en feisbuc) hay que comprender el texto. Quizás estos madrigales que pongo arriba, por su "orientación" religiosa no sean los que más se presten a madrigalismos y ese tipo de efectos, y si lo hacen lo harán de forma más discreta, pero nunca está de más su conocimiento para hacer la escucha más sustanciosa.

Está claro que eso requiere tiempo, y las prisas actuales y la impaciencia por picotear de flor en flor no siempre nos dejan profundizar en las cosas, por muy bellas que estas sean.

Después de esta perorata a favor de la comprensión del texto en la música vocal, aquí van las partituras de estos madrigales:
 http://imslp.org/wiki/Madrigali_a_cinque_voci_(Palestrina,_Giovanni_Pierluigi_da)
Con esto finalizo por ahora mis entradas sobre algunos de los compositores más importantes del Renacimiento.