El punto de partida de esta nana es un poema de Rosa Mª Verdía.
Escribí la música entre octubre de 2016 y enero de 2017, a petición de Adela M. Espinosa, y se la dediqué a ella, como otras tantas cosas que he escrito para soprano durante estos últimos años ¿Por qué será? No la hemos podido estrenar hasta ahora, en un concierto que damos en la Iglesia de San Lorenzo (Cádiz) desde hace 3 años en la víspera del santo del mismo nombre.
La grabación en este caso, no le hace justicia para nada. Ni la cantante ni yo estábamos en nuestro mejor momento, y la verdad es que el teclado sin contrapesar, para tocar una parte de piano que además se sale de mis posibilidades actuales, tampoco ayudó a mejorar el resultado. Intentaremos más adelante volver a grabarla en mejores condiciones.
Normalmente soy bastante autocrítico, no sé venderme, y además no me da miedo quitarle valor a lo que hago si pienso que no aporta gran cosa (aportar... ¡qué difícil es realmente aportar algo!) Pero en el caso de esta nana creo que he hecho lo que quería hacer y hay algunos puntos de los que me siento orgulloso.
¿Cómo me planteé su elaboración? Lo primero que hice fue analizar el poema, la medida de los versos, la rima... y también desde el punto de vista del sentido del poema, lo que hago siempre que trabajo con un texto. En este caso las estrofas se corresponden con las secciones que podemos encontrar en la música, de manera que hay tantas secciones en la pieza como estrofas en el poema:
Intro- A- B- C- B'- A'
Obviando la introducción, la forma es simétrica. Pero hay algunos elementos que difuminan esta simetría, como por ejemplo la aparición en el bajo de la sección C de la progresión melódica de la introducción (mirar las imágenes de abajo). Otro ejemplo es que la parte vocal de B' toma como punto de partida la melodía de la parte C, mientras el piano reproduce de forma más o menos literal la melodía de B. De esta manera trato de conseguir unidad entre las distintas secciones, estableciendo relaciones entre ellas, y sobre todo evitando la repetición literal de la misma música entre las estrofas del texto.
Me gustaría recalcar también el compás 9, que no cumple exactamente el modelo establecido en los compases 3-6. En lugar del acorde que aparece deberíamos tener Sib Mib Fa Lab Reb.
El acorde del compás 11 es uno de esos que los pianistas miran condescendientemente, pensando "como lo ha hecho con el ordenador ha escrito lo que le ha parecido sin pensar si se puede o no tocar" o la variante "como no es pianista escribe cosas que no vienen a los dedos". Pues ambas cosas son falsas, porque esta pieza la escribí directamente desde el teclado y con papel y lápiz, tocando, canturreando y haciendo pruebas. En casos así yo pienso "como sois unos vagos juzgáis como difíciles cosas que no lo son, simplemente porque veis que un acorde totalmente justificable, tiene una posición incómoda para la mano. Habéis tocado cosas mucho más difíciles".
A la progresión ascendente por terceras menores de la mano izquierda se le añade otra progresión en la mano derecha que desciende por semitonos. Ambas concurren algunos compases más adelante, finalizando en un acorde diferente del inicial y dando paso a la sección A, 1ª estrofa del poema.
Como dije antes, los compases iniciales de esta progresión reaparecen luego en el bajo de la sección C:
En este caso he señalado con un rectángulo verde los compases 102 y 106. Esos acordes me provocaron muchas dudas, en el primer caso dudaba entre poner Reb o Mib, y al final opté por Reb, de manera que el Do funciona como una apoyatura del Sib y resuelve en el compás 103. El hecho de que la apoyatura esté en el bajo hace que ese acorde sea particularmente disonante.
En fin, hoy lo voy a dejar aquí, pero quizás cuando tenga una mejor grabación vuelva y escriba algo más acerca de ella. Hay muchos más detallitos que al haberla tocado (yo) especialmente mal, se pierden.
Me gustaría recalcar también el compás 9, que no cumple exactamente el modelo establecido en los compases 3-6. En lugar del acorde que aparece deberíamos tener Sib Mib Fa Lab Reb.
El acorde del compás 11 es uno de esos que los pianistas miran condescendientemente, pensando "como lo ha hecho con el ordenador ha escrito lo que le ha parecido sin pensar si se puede o no tocar" o la variante "como no es pianista escribe cosas que no vienen a los dedos". Pues ambas cosas son falsas, porque esta pieza la escribí directamente desde el teclado y con papel y lápiz, tocando, canturreando y haciendo pruebas. En casos así yo pienso "como sois unos vagos juzgáis como difíciles cosas que no lo son, simplemente porque veis que un acorde totalmente justificable, tiene una posición incómoda para la mano. Habéis tocado cosas mucho más difíciles".
A la progresión ascendente por terceras menores de la mano izquierda se le añade otra progresión en la mano derecha que desciende por semitonos. Ambas concurren algunos compases más adelante, finalizando en un acorde diferente del inicial y dando paso a la sección A, 1ª estrofa del poema.
Como dije antes, los compases iniciales de esta progresión reaparecen luego en el bajo de la sección C:
En este caso he señalado con un rectángulo verde los compases 102 y 106. Esos acordes me provocaron muchas dudas, en el primer caso dudaba entre poner Reb o Mib, y al final opté por Reb, de manera que el Do funciona como una apoyatura del Sib y resuelve en el compás 103. El hecho de que la apoyatura esté en el bajo hace que ese acorde sea particularmente disonante.
En fin, hoy lo voy a dejar aquí, pero quizás cuando tenga una mejor grabación vuelva y escriba algo más acerca de ella. Hay muchos más detallitos que al haberla tocado (yo) especialmente mal, se pierden.
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